Corría el año 1967 cuando «aterrice» por primera vez en la costera localidad de Rota (Cádiz). A pesar de mi juventud rapidamente me di cuenta que aquel pueblo era muy distinto a otros pueblos y ciudades que conocía de la afortunadamente ya desaparecida España franquista. Aquí parecía que entraba en otra dimensión urbana, totalmente desconocida para mí. Rota vivía por aquel entonces la presencia permanente de los marines estadounidenses y todos sus acompañantes, la Base Naval de Rota estaba en plena evullición y sobre todo porque Estados Unidos se encontraba en guerra contra Vietnam.
Recuerdo perfectamente esa Avenida de San Fernando, la artería que unia la playa de la Costilla con la estación de Renfe y la entrada a la base militar, repleta de bares americanos, las conocidas como «Barras ameicanas», pizzerias y locales de comida rapida (hamburgueserias, etc.). Y en las calles principales donde se notaba la presencia de esos militares estadounidenses, controlados para intentar frenar sus desmanes por la policia militar americana, «Los chopetros» (Término roteño derivado del inglés Shore Patrol, que significa patrulla de policia costera).
Precisamente en la avenida de San Fernando se encontraba y se encuentra la Bodega El Gato, un bar auténtico roteño, que por entonces era casi pintoresco rodeado de tantos comercios y locales americanizados, pero que no había perdido su esencia, era algo mas que un bar, era en aquellos años la única bodega que quedaba en Rota que elaborará los tradicionales vinos del marco de Jerez (Finos, olorosos, amontillados, moscateles, bueno los moscateles los traian de la vecina localidad de Chipiona, Pedro Ximénez) y también elaboraban el casi extinto y desconocido Tintilla de Rota, un vino singular y muy exclusivo. El vino que os queremos recomendar para este mes de febrero.
> Tintilla de Rota Noble Reserva de Bodegas El Gato, Es un vino de licor, elaborado con pagos propios de cultivo tradicional de la mayatería ( La Mayetería es un tipo de agricultura tradicional en minifundios característico de los municipios de Rota y Trebujena). en arenas, cercanos al mar, de la variedad Tintilla de Rota. Esta variedad es, como su nombre indica, una uva tinta que se encuentra específicamente en la provincia de Cádiz. Su cultivo se ha mantenido residual en pequeñas y pocas viñas de la localidad de Rota. Algunos expertos aseguran que se trata de la misma variedad que la Graciano de la Rioja y la Parralata de Somontano. Sea como fuere es una uva que posee muchos taninos, haciéndola apta para el envejecimiento como complemento de otras variedades.
La uva se deja sobremadurar en la cepa. Se vendimia manualmente. posteriormente la uva se despalilla y se prensa. Se pasa a las cubas de fermentación, que se corta con el fortificado de arrope (reducción o deshidratación del mosto de Tintilla a una quinta parte por el fuego directo produciendose la caramelización de loa azúcares y una mayor densidad). El vino resultante se envejece en barricas de madera por crianza oxidativa. Transcurrido el tiempo de envejecimiento se filtra ligeramente y se embotella. Es un proceso totalmente artesanal desde la vendimia al embotellado
Tintilla de Rota Noble Reserva, sin duda alguna es un vino muy singular, un vino exclusio, es un vino roteño al cien por cien y con el trascurrir dl tiempo se ha convertido en uno de sus tesoros enológicos mas preciados, resultando ser una auténtica sorpresa para el primero que lo cata y un cumulo de sensaciones familiares para los que ya tuvieron la suerte de probarlo. En los siglos XVI y XVII se exportó en relativa cantidad a Inglaterra, Italia y Holanda. Debido a los escasos viñedos y a su meticulosa elaboración, su producción es limitada, por lo que poseer una botella es tener casi una pieza de museo. Este vino tuvo también el «privilegio» de ser un vino de Consagración en todas las iglesias de Rota y parece ser que también tuvo ese honor en Reino Unido.
Tintilla de Rota Noble Reserva; sale al mercado con la Denominación de Vino de la Tierra de Cádiz. Es un vino de crianza desde 1960. Muestra un precioso color caoba con ribete ámbar. En nariz es intenso a la vez que complejo con aromas tostados y de madera por su prolongada crianza oxidativa. Destaca también el caramelo, toffee e higos secos muy meloso y balsámicos, con toques de vainilla, regaliz y miel. Su paso por boca es algo ácido, a la vez es salino y dulce, frutoso, con toques minerales, goloso pero sin empalagar, con un punto de amargor final, muy largo y persistente. su peculiar dulzor nos invita a tomarlo en distintos escenarios gastronómicos y será por ello que ha empezado a conquistar las cocinas y salas de reputados restaurantes como el Aponiente de Ángel León. Ha de servirse a temperatura ambiente entre 15-17º C, o también fresco, entre 12-15º C.
Bodegas El Gato comenzó su andadura allá por el año 1957 de la mano de Juan Martínez Martín, es una empresa familiar, todo comenzo con la adquisición de unos pequeños terrenos y a la elaboración de su propio vino. Y desde entonces viene produciendo el peculiar Tintilla de Rota. Convirtiendose en la única bodega que se conserva en el casco histórico de la villa.
Aún recuerdo el acarreo de la uva al final de agosto a la bodega de la calle San Fernando, para su prensado y encubado, todo un acontecimiento para los parroquianos y por supuesto para los yankis que pululaban por la zona en busca de sus excelentes vinos, fino, oloroso, moscatel, pedro ximenez y el singular Tintilla de Rota y todos ellos a un precio inferior a una peseta.
En su interior conserva una antigua embotelladora que aún funciona, un pequeño laboratorio, las botas que conservan buena parte del vino y el lugar más especial y destacado de la bodega, “La Sacristía”, rincón donde se guardan los vinos más antiguos y los más preciados por la familia.
Juan Martínez Martín único bodeguero con esta uva con viñedos propios en Rota y uno de los grandes responsables de la recuperación de esta variedad como vino dulce, También se elaboran y embotellan vinos Finos, Moscatel, Cream, Pedro Ximenez, Oloroso.