Si los setenta fue una década de dudosa experiencia en cuanto que primaba más la búsqueda del éxito comercial que el artístico, los años ochenta y noventa del Siglo XX vieron como el jazz regresaba con inusitada fuerza. Entre la tenacidad de algunos veteranos ilustres como, Art Blakey, Joe Henderson, o Tommy Flanagan, y las ganas de aprender de muchos jóvenes valores, los últimos coletazos del siglo XX, han visto desfilar figuras en ciernes amamantadas en las escuelas de los maestros supervivientes del bebop.
A la escasa experiencia de los nuevos músicos, se les sumaba, en ocasiones, su falta de originalidad en el repertorio musical, aunque la portentosa técnica instrumental y las innovaciones tecnológicas en el sonido, consiguen que el jazz alcance cotas importantes. Aquellos jóvenes músicos como, Herbie Hancock, Keith Jarrett, Don Cherry, o Wynton Marsalis, pusieron los cimientos para que el jazz cambiase de siglo con una salud encomiable.