RESTAURANTE LA CASA DEL TIGRE (SEVILLA).
Calle Amparo nº 9, 41003 Sevilla.
Horarios cocina: 14:00 a 16:15/ 20:35 a 23:30. Miércoles a domingo mediodia.
Teléfono de reservas: 954 728 113
Mail: La Casa del Tigre
Web: La Casa del Tigre
RCP: 
Presentación:
Cocina:
Servicio:
Mala Aceptable Buena Muy Buena Excelente
Desde noviembre de 2019, abre sus puertas en la calle Amparo de Sevilla, al comienzo de la sevillanísima calle Feria en su linde con la collanía de San Juan de la Palma, el restaurante, “La Casa del Tigre” un nuevo espacio gastronómico que viene a aportar calidad a esta zona de Sevilla tan necesitada de propuestas gastronómica de calidad.
Con menos de dos años abierto, el restaurante que rigen cuatro socios: Emilio Gimeno (Petit Comité), Pedro Guardia, Manuel Miura y el Chet, Luis Plaza, procedente de los fogones del Celler Can Roca en Girona, ya han conseguido el beneplácito de su clientela (llena a diario su pequeño y coqueto restaurante), como el de la crítica especializada, consiguiendo en 2020, el Premio Gurmé de Sevilla como “mejor bar de cocina creativa”.
La Casa del Tigre toma su nombre de una de las leyendas populares, y verídicas de la capital andaluza. La casa fue propiedad de uno de los personajes más singulares de Sevilla de principios del siglo XX, el explorador, aventurero y naturalista, José María Lassaletta (Barcelona, 1927-Sevilla, 1997), quien fue el primer director-conservador de “El Tempul”, el jardín botánico del zoológico de Jerez de la Frontera, durante más de una década, entre 1957 y 1967. Lassaletta, se trajo de Jerez, como mascota a un tigre que convivía con su familia, y que, de vez en cuando, se asomaba plácidamente al balcón a contemplar el trasiego sevillano. Ni que decir tiene, que los niños del barrio esperaban horas y horas, a que Lassaletta, abriera el balcón para sacar el felino a la terraza con la consiguiente algarabía de los niños y curiosos que transitaban por la calle.
Tras cruzar el umbral del restaurante, lo primero que llama la atención es su acertada disposición de forma que, sin perder funcionalidad, el espacio tiene dos zonas claramente diferenciadas, una barra al fondo en forma de U, que rodea el espacio con sillas y mesas altas, y la sala principal con apenas seis mesas que funciona bajo reserva. La carta es la misma para ambos espacios y la acertada distribución de las mesas, permite, a los comensales mantener la necesaria privacidad. De diseño elegante, coqueto, bien decorado, con predominio de la madera barnizada y con una equilibrada e intima iluminación, el restaurante es un sitio muy adecuado para un almuerzo o cena, tranquila e intima. La solería, ajedrezada en blanco y negro, es la original del edificio y está perfectamente integrada con el entorno decorativo.
Su carta, breve, pero sencilla y creativa, ofrece una docena de recetas y platos basados en el producto de cercanía y con un marcado acento autóctono; mezcla de tradición y modernidad, las propuestas de “La Casa del Tigre”, nos traen algunas recetas muy originales, como una sabrosísima ensaladilla de merluza y encurtidos, que gustó mucho a los ocho comensales, que compartimos mesa y mantel; sus papas a la brava, su excelente sopa de tomates o las mollejas de ternera, —ambos platos imprescindibles de su carta—, son, junto a sus atractivos platos fuera de carta, algunos de las grandes recetas que Luis Plaza —alumno de la Escuela de Hostelería de Sevilla y curtido en los fogones de «El Celler de Can Roca», «Sobretablas» y «Cañabotas», nos propone en su carta.
En nuestras distintas visitas a este establecimiento, siempre, se nos quedan ganas de volver, y con eso está dicho prácticamente todo. La Casa del Tigre, es un restaurante con marcado ambiente intimo, donde sus propietarios han querido primar el disfrute del comensal en un doble sentido: la excelencia de su cocina, y la familiaridad del ambiente; la creatividad en el plato y el relax de su ambiente. Por cierto, magnífico el trabajo de sala y la atención al cliente durante nuestras tres visitas. Estas fueron las viandas que llegaron a nuestra mesa durante nuestras tres visitas en la casa del tigre:
ENTRANTES.
Pargo y Rodaballo frito.
Ensaladilla de merluza y encurtidos.
Ortiguillas fritas.
PLATOS INDIVIDUALES:
Cocochas de merluza con huevo frito.
Pluma ibérica.
Arroz marinero.
Corvina plancha.
Garbanzos con bacalao.
Mollejas de Ternera.
POSTRES: Arroz con leche y Crema de queso.
Los vinos que acompañaron a los platos fueron:
Manzanilla “Velo en Flor», de Bodegas Alonso (Sanlúcar de Barrameda).
La Revelía 2017. Blanco Godello, de Bodegas Emilio Moro.
Dulas 2019. PX blanco seco de Bodegas Lagar de la Salud de Montilla-Moriles.
Dulas 2018. Tinto. Cabernet Sauvignon. Bodegas Lagar de la Salud de Montilla-Moriles.
Titiana Cava Brut Rosé 2016, de Bodegas Parxet.
En su carta de vinos, hay buenas opciones de generosos, todos por copa, tintos y blancos andaluces y una atractiva propuesta de cocteleria y bebidas espirituosas.
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