GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Paradas.

350 Paradas mapa 350 paradas ermita de san juan de letran
 Nombre Domicilio
Bar Montero.  Calle Larga, 12.
Bar Restaurante Mario.  Calle Solana.
Los Galgos.  Calle Albeniz, 39.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

 

Paradas está enclavada en plena campiña sevillana, entre las cuencas de los ríos Corbones y Guadaira, rodeado por las localidades de Carmona, Marchena y Arahal. En sus proximidades se encuentran importantes centros arqueológicos como el de Porcún (Marchena), explicando así la proliferación de antiguos enterramientos y abundantes restos cerámicos. De época romana, se han hallado restos de antiguas villas romanas, como los encontrados en el Cortijo de Paterna, donde se localizaron dos mosaicos con escenas de cuadrigas que hoy se encuentran expuestos en la Sala II de la Planta Baja del Museo Arqueológico de Sevilla.

A pesar de la existencia de poblamientos de época romana, visigoda y musulmana, la historia de esta localidad se remonta a 1460, cuando fue fundada en el término de Marchena por don Juan Ponce de León y Cabrera, IV Señor de Marchena y II Conde de Arcos, según apreciamos en la Carta Puebla que se encuentra en el Archivo Municipal de Paradas. Lugar que en el siglo XIV ya quedaba vinculado al linaje de los Ponce de León, cuando “doña Beatriz Ponce de León, hija bastarda de Pedro Ponce de León, IV señor de Marchena, recibió de su marido el capitán Alfonso Guillén de Villafranca, veinticuatro de Sevilla y señor de Lopera, la heredad de la torre de Paradas, en concepto de arras y dote”.

Esta heredad, por aquel entonces, no era más que un cortijo donde se cultivaba cereal, que fue pasando de unas manos a otras hasta que finalmente Juan Ponce de León, quien fuera nombrado Marques de Cádiz, “compró el heredamiento donde se asentaría el nuevo núcleo de población”. Produciéndose la fundación de la villa el uno de febrero de 1460. El origen de sus primeros pobladores es desconocido debido a la falta de documentación, aunque en la Carta Puebla se recogió la prohibición de repoblar Paradas con vecinos del Señorío. Además, se tiene constancia de la creación de una feria de ganado y mercancías con el fin de atraer pobladores. Tradicionalmente se ha defendido la teoría de que fueron viejos cristianos procedentes de la Comarca de Astorga (León), los que poblaron este lugar por expreso deseo del II Conde de Arcos, lo que explicaría la abundancia de apellidos leoneses en la localidad o el uso de la “ll” leonesa.

La población se fue asentando alrededor de la iglesia que levantaron los Ponce de León en honor al Santo mártir francés San Eutropio, patrón de la localidad, a quién se encomendó don Juan Ponce de León antes de librar una batalla en Francia, de la que salió victorioso. Desde entonces se celebraron fiestas en honor al Santo, primero en Marchena, y más tarde en Paradas, donde Rodrigo Ponce de León las trasladó.

Paradas, pueblo agrícola y ganadero, experimentó un aumento poblacional en el siglo XVIII, que motivó la ampliación de la parroquia, para finalmente edificar la actual de estilo barroco sevillano en el último tercio de ese mismo siglo. Momento en el que Paradas conseguiría el Privilegio de Villazgo, siendo en 1830 cuando se convierte en Ayuntamiento Constitucional, dejando de ser dominio de los Marqueses de Paradas. En el siglo XIX y comienzo del XX, como en el resto de España, los continuados cambios políticos y el endurecimiento de las condiciones de vida, provocan en la localidad un aumento de la actividad política. Tras el duro periodo de guerra y posguerra, Paradas comienza de nuevo a poco a poco a resurgir, aunque en los años 60 sufre un descenso de población debido a la inmigración.

Hoy día Paradas cuenta con algo más de 7.100 habitantes y una amplia nómina de empresas que abren camino no sólo en el ámbito nacional, sino también en el internacional.

Comparte