GASTRONOMÍA

Septiembre 2019: Restaurante La Pepica. Valencia.

Gastonomia La Pepica cabanyalCorría el verano de 1953 cuando por primera vez pise Valencia, bueno pisar, pisar, no, pues tan sólo contaba con dos meses escasos de vida. Desde entonces y hasta los diez años de edad pasaba largas temporadas con mis tías, mis tíos y mis primos en el barrio del Cabanyal. Es por eso que Valencia y el Cabanyal ocupan un «cachito» de mi corazón y por supuesto mis familiares valencianos.

Sin duda allí me inicie en los aromas, sabores y colores de la gastronomía valenciana, aún recuerdo bajar con mis tías al horno de enfrente a llevar el perol ya preparado con sus correspondientes condimentos para hacer el arroz al horno. Y esos domingos de verano, porque eran todos los domingos, mi tío «Vicentico» preparando en la galería la paella, la arena de la playa en el suelo, para aislarlo del calor, que desprendía la leña, unas auténticas paellas con su socarrat y todo, eso sí antes, las Cloxinas al vapor.

El Cabanyal- Canyamelar, ha cambiado mucho, en la actualidad se ha convertido en un barrio casi marginal de Valencia, la especulación del ladrillo y las políticas agresivas de la derecha española contra los barrios populares de las ciudades han sido la causa fundamental de esa casi marginalidad.

Afortunadamente el consistorio ha cambiado de signo político y ello junto con diversas sentencias judiciales han hecho que este barrio en las que se desarrolla una arquitectura popular de clara raigambre eclecticista, y un urbanismo en damero, declarado BIC en el año 1993, vuelva a ver la luz y de nuevo comience a recuperar su entidad y su identidad.

Gastonomia La Pepica entradaAún recuerdo vivamente que en las largas temporadas de mi infancia que pase allí, era un barrio con mucha vitalidad, con mucha humanidad. Este antiguo barrio marinero entre 1837 y 1897 constituyó un municipio independiente llamado El Poble Nou de la Mar. Pueblo principalmente de pescadores, pronto se convirtió en una zona de interés como lugar de descanso y ocio, principalmente a la entrada del siglo XX, una vez que ya se había incorporado al ayuntamiento de Valencia.

Y mira por donde para este mes de septiembre os traemos recomendado un restaurante de esta zona valencia. Un restaurante que no hace mucho visitamos Apoloybaco, y que me llamó la atención por su nombre: Restaurante «La Pepíca», que casualidad así se llamaba una de mis tías valencianas a la que le tenía un gran cariño.

Ya había escuchado hablar de este restaurante y de su reconocido prestigio, pero mi primera opción entre varias que llevaba para comer la auténtica paella valenciana, fue esté y la balanza se inclinó, como queda dicho por su emotivo nombre, por lo menos para mí. Aunque, después como ya veremos más adelante cubrió perfectamente mis expectativas gastronómicas.

El restaurante «La Pepica» se encuentra en el intersticio entre El Grao y el Cabanyal-Canyamelar, en la avenida de Neptuno, 6 , justo al final del paseo marítimo de la playa de las Arenas. Una playa de más de un kilometro de largo y más de 100 metros de ancho, de dorada y fina arena y dotada de amplios servicios para los bañista. Una playa urbana de gran popularidad entre los valencianos y los turistas, una playa que por cierto, fue donde aprendi a nadar.

Gastonomia La Pepica famososRestaurante La Pepica, fue fundado en el año 1898 por el matrimonio Francisco Balaguer Aranda, hijo de un guardabarreras procedente de Sagunto (Valencia) y Josefa Marqués Sanchís. El primero, Francisco Balaguer, empezó a trabajar en el Puerto de Valencia, y ella como empleada en un bar que servía bocadillos a los portuarios y visitantes.

Fue el Rey Alfonso XIII, quien otorga a Francisco Balaguer y 44 más la concesión de poder instalar a la orilla de la playa sus barracones de madera para servicio de bañistas. Antes de otorgarles la concesión definitiva y construir en obra, se sorteaban cada año los lugares de ubicación en la casa del pueblo. Se montaba en Junio y se retiraba en Septiembre.

El año 1923, el ambiente meteorológico continuaba siendo muy veraniego y no se retiraron a su fecha y un temporal en octubre arrasó todos los barracones instalados. Al siguiente año ya se construyó en obra ajustándose al sorteo de aquel año, en el lugar donde hoy se encuentra.

Actualmente en el Restaurante La Pepica, los nietos de los fundadores son los que continúan sirviendo con cariño a sus amigos y clientes con el buen hacer que les enseñaron sus antepasados. Ese cariño y profesionalidad es la misma que les trasmiten a sus empleados y empleadas.

La Pepica es un restaurante con varias dependencias, si accedes a él por la playa, cuenta con una confortable y amplia terraza con vistas al paseo maritimo y al mar. En su interior un amplio salón con capacidad para mas de 400 comensales, también disponen de salones privados. La decoración tradicional valenciana y el buen gusto para conservarla hacen de La Pepica una apuesta segura a la hora de elegir dónde comer bien en Valencia.

Ya han cumplido mas de 120 años, un establecimiento con mas de un siglo tiene que ser bueno por «narices», son mas de tres generaciones comiendo y bebiendo en este rincón culinario, por el que han pasado también conocidos personajes del mundo de la cultura, del deporte, de las artes, de las ciencias y de la política. El famoso y conocido escritor Ernest Hemingway, como nos recuerdan sus propietarios en este panel que preside uno de sus salones (Foto izquierda) saboreó los arroces y vinos de este centenario restaurante. Mas cercano en el tiempo, los propios reyes de España (Juan Carlos y Sofía) también han disfrutados los platos de La Pepica y no sólo una vez sino cuatro veces han pasado por este encantador resturante.

Gastonomia La Pepica paellaRestaurante La Pepica, cuenta con una amplia carta de distintos platos, fundamentalmente de comida mediterránea, elaborados con productos de primera calidad y de mercado, productos de cercanía tanto de la mar como del campo.

Destacan algunos platos tipicos de la tierra como el «All i Pebre», Tellinas salteadas, Esgarraet, es un plato típico de la Comunidad Valenciana. Consiste en una especie de ensalada hecha con pimiento rojo asado, bacalao en salazón, ajos y aceite de oliva virgen extra. El nombre proviene del hecho de que para preparar el plato haya que desgarrar tanto el bacalao como el pimiento en finas tiras. Así como una surtida propuesta de pescados principalmente del Mediterráneo.

Pero su especialidad son los distintos tipos de arroces valencianos, como la paella marinera, la paella de verduras, la paella mixta, la paella valenciana, la paella de langosta o de bogavante, el arroz negro y la fideüá. Todas ellas elaboradas con el arroz bomba, que es el mas conocido y mas prestigioso a la hora de elaborar cualquier receta de paella.

Y su particular y conocida Paella La Pepica, que según nos cuentan debe su nombre a una ánecdota que le ocurrió al gran pintor valenciano Joaquín Sorolla mientras cenaba en este restaurante: «Vino una noche a cenar y como no podía trinchar las gambas y cigalas las retiraron y se las pelaron en la cocina, cuando volvió al restaurante se le sirvió directamente la paella con el marisco pelado y desde entonces incluimos este cialis plato en nuestra carta» (F.Balaguer).

Gastonomia La Pepica comidajpgY por supuesto de toda la oferta culinaria elegimos Paella La Pepica (paella de marisco pelado), pero antes probamos la Ensalada valenciana, muy bien condimentada y la sepia plancha, en su justa dureza y con un sabor marino que despierta las pupilas gustativas, para posteriores manjares, y esto, como entrantes

Y después la susodicha Paella La Pepica, excelente, no sé si una como esta es la que le servieron al extraordinario e impresionista y postimpresionista pintor Joaquín Sorrolla, pero está estaba para hacerle un cuadro y por supuesto después comerséla. Y eso es lo que hicimos acompañado de un vino espumoso valenciano, un cava de la zona de Utiel – Requena. La finura de sus burbujas, la integración de su carbónico y su equilibrio entre acidez y alcohol, hicieron de este cava el maridaje perfecto. Y de postre fruta del tiempo, no podiamos enmascarar el paladar con otros postres dulces.

Para finalizar un agradable y tranquilo paseo por el paseo marítimo de la playa de las Arenas hasta la siguiente playa de La Malvarrosa, disfrutando de la agradable brisa marina y de los bellos colores azules del horizonte donde se junta la mar con el cielo y que por cierto con tanta luminosidad supo reflejar Sorolla. Sin duda un paseo que sirvió también, para volver a recordar mi infancia valencia.

Comparte