LITERATURA

Octubre 2007: «Exploradores del abismo», de Enrique Vila-Matas.

Título: Exploradores del abismo.

Autor:Enrique Vila-Matas.

 

”Voy pensando que un libro nace de una insatisfacción, nace de un vacío, cuyos perímetros van revelándose en el transcurso y final del trabajo. Seguramente escribirlo es llenar ese vacío. En el libro que terminé ayer, todos los personajes acaban siendo exploradores del abismo o, mejor dicho, del contenido de ese abismo. Investigan en la nada y no cesan hasta dar con uno de sus posibles contenidos, pues sin duda les disgustaría ser confundidos con nihilistas. Todos ellos han elegido, como actitud ante el mundo, asomarse al vacío. Y no hay duda de que conectan con una frase de Kafka: Fuera de aquí, tal es mi meta.”

 

«¿Qué escribes?», le preguntaron una tarde a Enrique Vila-Matas. El escritor sentía, tras su anterior novela Doctor Pasavento, y su grave enfermedad sufrida durante el verano de 2006, que había llegado al final de un cierto recorrido y ante él se abría un abismo. «Escribo el título de un libro», respondió. El título era Exploradores del abismo. De ahí surgió una serie de relatos protagonizados por seres al borde del precipicio, seres que se entretienen en ese borde y lo estudian. Son optimistas, como todos los exploradores, son personas corrientes que adoptan la posición del expedicionario y sondean el horizonte, indagando qué puede haber en el más allá de nuestros límites. Personas no especialmente modernas, pues desdeñan el hastío existencial tan en boga, sino más bien anticuadas que mantienen una relación desinhibida y directa con el vacío.

En realidad, los relatos de este libro buscan puentes en un admirable abismo: historias cruzadas por la silueta de un equilibrista que liga el conjunto de este regreso de Enrique Vila-Matas a la narrativa breve, tras doce años de ausencia en este género, pero también al libro inclasificable. Porque este autor vuelve a asombrarnos con su escritura fría y despiadada, con su particular universo donde se divisa, no el aire de cristal de los paisajes idílicos, sino esa atmósfera espesa, prácticamente kafkiana, que nos envuelve y nos arrebata de nuestro propio mundo para formar parte, durante algunas páginas, del mundo de Enrique Vila-Matas. La experiencia es inigualable, e imprescindible su vivencia, y esta obra es una buena oportunidad para ello. ¡Asómense a este libro, sean valientes y sean también exploradores del abismo!, ¿o es que no os habéis sentido nunca al borde del precipicio?.

 

Enrique Vila-Matas nació en Barcelona en el año 1948. Colaborador en diversas publicaciones, con una obra extensa de ensayos, artículos periodísticos y novelas, se sitúa, sin duda, entre uno de los escritores con mayor talento de nuestra literatura actual. Tachado en ocasiones de escritor raro, y de trasladar su excentricidad a sus obras, es un sibarita de las ideas y las palabras, consiguiendo una simbiosis perfecta entre ambas cosas.

Se dio a conocer en el mundo literario como narrador en 1973 con Mujer en el espejo contemplando el paisaje. Luego escribió otras muchas obras, entre las que destacan La asesina ilustrada (1977), Impostura (1984), Historia abreviada de la literatura portátil (1985), Una casa para siempre (1988), Suicidios ejemplares (1991), Hijos sin hijos (1993), Lejos de Veracruz (1995), Extraña forma de vida (1997), El viaje vertical (1999), Bartleby y compañía (2000), Doctor Pasavento (2005) y Exploradores del abismo (2007). Obtuvo con El viaje vertical el prestigioso premio Rómulo Gallegos, imponiéndose a otras 250 obras de 18 países distintos. Es, sin duda, una de las grandes figuras literarias actuales.

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